Depresión: las razones de su aparición y las medidas que pueden adoptarse para abordarla

Todos pasamos por momentos difíciles o épocas tristes en nuestra vida. Sin embargo, cuando estos sentimientos de tristeza son prolongados e inexplicables, pueden ser un signo de depresión.

La depresión implica una alteración de los procesos metabólicos del cerebro, que provoca desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, lo que da lugar a un desequilibrio emocional.

Depression

Diferenciar entre agotamiento y depresión

El agotamiento o síndrome de desgaste profesional (burnout) suele describirse como un estado de ánimo depresivo acompañado de síntomas graves de extenuación. El término carece de una definición precisa, lo que puede resultar confuso.

Diversos síntomas psicológicos, cada uno de los cuales requiere distintos enfoques terapéuticos, se engloban bajo el término "burnout". Este término se utiliza para describir una afección resultante de estar abrumado, evitando el estigma negativo asociado a los problemas de salud mental. Sin embargo, atribuir la depresión únicamente al estrés es demasiado simplista.

La depresión puede afectar a cualquiera

Se calcula que alrededor del 5% de la población mundial experimenta episodios depresivos que requieren tratamiento, y es probable que muchos casos no se registran.

En los casos graves, la depresión puede afectar significativamente a la calidad de vida de una persona, incapacitándola para trabajar. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, así como a niños y adolescentes.

Los síntomas de la depresión varían, e incluyen incapacidad para experimentar felicidad, trastornos del sueño, pérdida de apetito, falta de motivación, ataques de pánico e insensibilidad emocional.

Aunque los síntomas básicos son similares entre las personas afectadas, existen diferencias específicas de género. Los hombres tienden a mostrar ira dirigida a uno mismo y tendencias suicidas, mientras que las mujeres tienden a interiorizar sus sentimientos con reflexión y ansiedad. En los niños, la depresión suele manifestarse como apatía, irritabilidad, trastornos alimentarios y comportamientos para calmarse a sí mismo, como chuparse el dedo.

Diagnosticar la depresión

La depresión se presenta con síntomas diversos e inespecíficos, por lo que a menudo se diagnostica mediante un proceso de exclusión. Un diagnóstico preciso requiere descartar otras afecciones con síntomas similares, como enfermedades cardiovasculares, trastornos tiroideos o enfermedades pancreáticas que afectan al equilibrio hormonal.

En el pasado, las distintas formas de depresión se clasificaban en función de su origen. La depresión causada por alteraciones metabólicas cerebrales se denominaba depresión endógena o interna, mientras que los factores externos se atribuían a la depresión neurótica o reactiva. También se utilizaban términos específicos como trastorno bipolar, que describía cambios de humor entre altibajos, y afecciones como depresión estacional, relacionada con la edad o con el embarazo.

Hoy en día se supone que la depresión surge de una compleja interacción de factores internos y externos, y las prácticas diagnósticas se centran ahora en describir los síntomas utilizando criterios estandarizados y evaluando su gravedad.

Los investigadores están explorando las predisposiciones genéticas a la depresión mediante la investigación de la resiliencia, que estudia por qué algunos individuos son más resistentes que otros a acontecimientos vitales muy estresantes. Estos hallazgos pueden allanar el camino a terapias específicas contra la depresión.

Factores neurobiológicos y socioculturales

Neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina desempeñan un papel fundamental en la transmisión de señales nerviosas. La depresión altera el metabolismo cerebral, alterando los niveles de neurotransmisores y afectando al estado de ánimo, entre otros síntomas.

La psique humana es una construcción polifacética influida por diversos factores externos. Las teorías sugieren que las necesidades psicológicas fundamentales específicas, como las conexiones sociales, la seguridad y el propósito vital, deben satisfacerse para el bienestar mental. Cuando estas necesidades no se satisfacen durante periodos prolongados o de repente, puede producirse un desequilibrio en la psique, que puede desencadenar la depresión.

Enfoques terapéuticos para la depresión

La depresión suele tratarse con medicación, psicoterapia o una combinación de ambas. Los antidepresivos, a menudo inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), suelen recetarse para tratar los desequilibrios hormonales. La psicoterapia permite enfoques adaptados a las necesidades de cada paciente, que van desde la terapia de conversación a la terapia cognitivo-conductual.

Suplementos naturales para mejorar el estado de ánimo

Sustancias naturales como el 5-HTP, el triptófano y los ácidos grasos omega-3 han demostrado ser prometedoras para elevar el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina. Sin embargo, estos suplementos sólo deben utilizarse en consulta con un profesional sanitario y junto con la terapia habitual. 

Cómo prevenir la depresión

Aunque no todos los factores externos e internos que contribuyen a la depresión son controlables, las personas pueden tomar medidas para prevenirla dentro de sus posibilidades. Controlar el estrés, mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, cuidar las relaciones, practicar una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y establecer un horario de sueño constante pueden contribuir significativamente al bienestar mental.

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