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Alice, de 39 años, es directora de marketing a tiempo completo y madre de dos hijos. Tras años dedicándose por completo a su familia, retomó su carrera profesional, pero el estrés que esto le supuso le pasó factura. Las largas jornadas, los plazos cortos y los eventos con clientes le dejaban poco tiempo para cuidarse a sí misma. Intentaba comer bien, pero se daba cuenta de que picaba constantemente.
"Comía una comida completa en el trabajo y, una hora después, ya buscaba algo para picar el cajón de los aperitivos", dice Alice. "Ni siquiera era hambre real, era estrés. Cuando las cosas se ponían intensas, simplemente comía. Se convirtió en mi mecanismo de defensa".
Sabía que tenía que cambiar algo. Ya había descartado las inyecciones de semaglutida por sus aterradores efectos secundarios, y los quemadores de grasa, llenos de estimulantes agresivos, que había probado anteriormente solo la ponían más ansiosa y le alteraban el sueño.
Por suerte, una amiga de la universidad la invitó a participar en un grupo focal para probar una nueva solución natural y sin hormonas, el quemador de grasa Slimmium GLP-1 Fat Burner, y decidió unirse a la fase de prueba.
Alice lo había probado todo: reducir los carbohidratos, comer conscientemente, contar las calorías... Incluso llegó a descargarse tres aplicaciones de dieta diferentes solo para 'rendir cuentas'. Pero en cuanto sus niveles de estrés se disparaban, todas sus buenas intenciones se iban al traste.
"Estaba 'bien' durante unos días, pero en cuanto algo salía mal en el trabajo o uno de los niños se ponía enfermo, buscaba lo que tuviera más a mano, normalmente algo dulce y rápido".
No se trataba solo de la comida. Era el agotamiento de intentar siempre: intentar ser disciplinada, intentar resistir, intentar mantener el control. "No hablaba de ello porque me parecía una tontería. ¿Cómo puede una mujer adulta no ser capaz de controlarse con los aperitivos?"
Cuando Alice empezó a tomar Slimmium GLP-1 Fat burner, no esperaba grandes cambios de la noche a la mañana. De hecho, no esperaba mucho: había probado demasiadas cosas en el pasado como para creer en soluciones rápidas, y su escepticismo natural la convertía en la candidata ideal para el grupo focal.
"Sinceramente, no esperaba mucho. Pero en la primera semana noté algo diferente. No pensaba constantemente en la comida. Ese pánico entre comidas, la necesidad de tomar un tentempié 'por si acaso', empezó a desaparecer", dice Alice.
"Recuerdo que un día miré el reloj y me di cuenta de que eran las 4 de la tarde y no había pensado en la comida desde el almuerzo. Eso nunca me había pasado antes".
No se sentía nerviosa ni inquieta como con otros quemagrasas que había probado anteriormente. Simplemente estaba más tranquila. Más concentrada. Y, por primera vez en años, me sentía en paz después de comer.
Como parte de la fase de prueba, se le pidió a Alice que llevara un diario en el que anotara qué comía y cómo se sentía, y en la segunda semana empezó a notar cambios reales.
En la segunda semana, no solo era su apetito lo que se sentía diferente, sino que su energía era más estable. Las bajadas de energía de la tarde, a las que ya se había acostumbrado, dejaron de aparecer. Por supuesto, seguía estresada por el trabajo, pero no tenía que luchar contra el hambre constante.
También empezó a sentirse satisfecha durante las comidas, no solo después. Por primera vez en su vida adulta, dejaba comida en el plato sin sentir que tenía que 'limpiarlo'.
"Vengo de una familia en la que no se desperdicia la comida", cuenta Alice. "Así que pedir medias raciones o dejar de comer cuando me sentía llena... fue un gran cambio para mí".
No se sentía forzado. No estaba intentando restringirse, simplemente no quería comer tanto de forma natural. Y eso, en sí mismo, era liberador.
También empezó a notar pequeños cambios físicos. Su cintura parecía más delgada, su ropa le quedaba un poco más holgada y su cara parecía menos hinchada. No era nada espectacular, pero era suficiente para seguir adelante.
Por primera vez en años, no echaba por tierra todo su progreso después de una tarde estresante, y eso solo le hacía sentir que poco a poco estaba recuperando el control.
Lo que diferencia a Slimmium GLP-1 Fat Burner de otros quemagrasas es que actúa sobre los tres mecanismos clave para perder peso a la vez:
Carolean™ ralentiza la digestión formando un gel en el estómago, lo que reduce la ingesta de alimentos hasta en un 47%*.
Duplica los niveles de GLP-1 (hormona de la saciedad) y reduce los niveles de grelina (hormona del hambre) en un 67*%, lo que ayuda a reducir los antojos y la alimentación emocional.
MOROSIL® ayuda a reducir la grasa abdominal hasta en un 50*%, favorece una pérdida de peso media de 3* kg y ayuda a reducir la cintura en 7* cm y las caderas en 6,5* cm.
Lo que más sorprendió a Alice no fue solo el número que marcaba la báscula, sino el silencio. Los pensamientos constantes sobre la comida, el ruido de fondo de los antojos y la culpa, empezaron a desvanecerse poco a poco.
"No me di cuenta de cuánto espacio ocupaba en mi cabeza hasta que dejó de estar ahí todo el tiempo", dice. "Me sentí... más ligera".
En el transcurso de un mes, perdió alrededor de 3 kilos y notó que la ropa le quedaba más cómoda, especialmente en la cintura. Pero, más que eso, descubrió que respondía al estrés de manera diferente. Seguía teniendo días completos, plazos ajustados y momentos difíciles, pero no recurría automáticamente a la comida para sobrellevarlos.
No buscaba la perfección. Simplemente, estaba avanzando por fin, a su manera.
En una vida llena de expectativas y listas de tareas pendientes, Slimmium GLP-1 Fat Burner fue lo primero que no te pareció otra exigencia.
"No era otro plan con el que obsesionarse", dice. "Simplemente hacía que las cosas parecieran... más fáciles".
Desde que empezó, Alice ha perdido 7 kilos. Pero lo más importante es que ha encontrado una forma de avanzar sin la presión constante ni la culpa.
Sigue adelante, paso a paso. Pero ahora, los pasos se sienten más ligeros. Y para ella, eso es lo que significa el progreso real.
*Exención: los efectos del producto pueden variar entre individuos y pueden diferir de los descritos en el sitio web. Nuestros productos no están destinados a prevenir, tratar o curar ninguna enfermedad o dolencia grave. Es importante mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
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