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Que el estrógeno se haya convertido en un problema global es un hecho, al igual que el hecho de que estamos rodeados de productos químicos que alteran nuestro equilibrio hormonal. Hay cada vez más estudios que informan sobre esto. Una de las primeras consecuencias del dominio de la hormona estrógeno en el cuerpo es la acumulación de kilos, especialmente en las caderas, los muslos y las nalgas. ¿Te interesa saber por qué esto es así y qué puedes hacer?
El exceso de estrógeno en tu cuerpo en al menos 5 formas provoca que estés ganando peso:
El estrógeno aumenta la producción de proteínas específicas (globulina fijadora de tiroxina) que se unen y desactivan las hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas son las que controlan la tasa de metabolismo. Esto significa que el metabolismo y la quema de calorías se ralentizan.
En circunstancias normales, si no hubiera demasiado estrógeno, eso es normal. Es decir, el cuerpo hasta la ovulación y también durante varios días después de la ovulación quiere aumentar su almacenamiento de grasa para que tenga suficiente energía para que el feto crezca en caso de embarazo.
Como ya se ha dicho, el metabolismo se ralentiza al tiempo que aumenta el almacenamiento de grasa. Si los niveles de estrógeno permanecen elevados en el cuerpo y no hay suficiente hormona progesterona que equilibre la acción del estrógeno, esto conduce a un círculo vicioso. ¿Por qué? Porque también las células grasas liberan estrógenos, estimulan aún más la acumulación de exceso de peso.
Algo que cualquier mujer que haya tenido su período conoce de sobra es la hinchazón. Esta es otra cosa molesta más que se puede atribuir al estrógeno. Al retener el agua en el cuerpo, nos aseguramos de que haya suficiente material para hacer más gruesa la mucosa uterina en la que el óvulo potencialmente conseguirá conectarse al sistema sanguíneo.
De todos modos, cuando el estrógeno funciona por completo, las mujeres nos vemos hinchadas y tenemos dificultades para ponernos nuestros pantalones o faldas favoritas. No es algo que quisieramos sentir todo el tiempo.
Esta es otra cosa que la mayoría de las mujeres premenstruales notamos: un deseo irresistible de alimentos grasos y azucarados. ¡Calorías en tus venas! Es parte del gran plan reproductivo al que las mujeres estamos naturalmente sujetas. Hay que ganar más grasa para que haya más posibilidades de quedarse embarazada y mantener un embarazo hasta el parto y luego amamantar.
Si esta voracidad se potencia, como suele pasar en caso del dominio del estrógeno, nuestra figura esbelta está en peligro.
Se ha demostrado que la falta de sueño está asociada con el aumento de peso y con la dificultad para perder peso. Según la fundación estadounidense, American Sleep Foundation, hasta el 67% de las mujeres tienen problemas para dormir algunas noches a la semana, y esto está relacionado en gran medida con un desequilibrio de hormonas sexuales.
Esto se asocia con mayor frecuencia a una disminución rápida de la hormona "latente" progesterona justo antes del inicio de la menstruación, explica Kathryn Lee, especialista en sueño de la Universidad de California. Esto significa que también hay más estrógeno en circulación, que funciona de manera muy similar a un suplemento energético. Los problemas de sueño son inevitables.
Las sustancias químicas que actúan como estrógenos en nuestro cuerpo no se pueden evitar. Se encuentran en el agua potable, en botellas, cosméticos, productos de limpieza, muebles, alimentos ... pero lo que podemos hacer es asegurarnos de eliminar el exceso de estrógeno del cuerpo. Con este objetivo en mente, diseñamos EstroLux.
EstroLux mantiene el equilibrio hormonal y evita que el estrógeno se acumule naturalmente en kilos: con extractos de bálsamo de limón, algas pardas, romero, semillas de soja, semillas de lino, brotes de flores de brócoli y vitamina B6 (en forma activa de fosfato de piridoxal).
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