Michael: "Perdí bastante grasa abdominal, y las camisas me quedaban mucho mejor".

Michael es contable y pasa la mayor parte del día delante del ordenador. Aunque le gusta mucho su trabajo, el estilo de vida sedentario le pasó factura. Engordó mucho y eso le hizo perder la confianza en sí mismo: "Probé la dieta keto, la paleo y el ayuno intermitente, pero los kilos no desaparecían como cuando era más joven. Empecé a odiar mi barriga y me sentía incómodo si no llevaba jerséis holgados".

"Dejé los carbohidratos, cambié la cerveza por el vino, incluso me inscribí en un gimnasio..."

"Probé muchas cosas. Dejé los carbohidratos, cambié la cerveza por el vino, incluso me inscribí en un gimnasio... pero no vi resultados significativos, así que lo dejé", recuerda Michael. Sin embargo, el pasado noviembre, su vida cambió por completo. Cogió un resfriado y visitó al médico de cabecera para recibir alguna ayuda.

Cuando el médico vio cuánto había engordado Michael en los últimos meses y el aspecto escamoso de su piel, le tomó inmediatamente una muestra de sangre. Los resultados mostraron lo que el médico más temía: Michael tenía unos niveles de colesterol escandalosamente altos. El diagnóstico era claro: un hígado sobrecargado.

El médico me recomendó una desintoxicación hepática completa

"Al principio, me sorprendió mucho el diagnóstico. Pensaba que el problema era mi disciplina y mi edad, pero el problema real era que comía demasiada grasa. El médico incluso me advirtió que dejara de hacer keto y paleo porque esas dietas no hacían más que aumentar mi colesterol", explica Michael y continúa: "Como primer paso, antes de tomar medidas drásticas, mi médico me recomendó una desintoxicación hepática completa con Hepafar Forte PREMIUM. A mí me pareció demasiado simple. Sin embargo, le prometí al médico que lo probaría".

"Perdí bastante grasa abdominal, y las camisas me quedaban mucho mejor".

"El primer cambio que noté fue la mejora de la digestión. Ya no pasaba tanto tiempo en el retrete y no tenía tantos gases como antes. Al cabo de dos semanas, mi energía aumentó. Tenía tanta energía que literalmente sentía que podía correr una maratón. A finales de mes, los demás también empezaron a notar cambios. Perdí bastante grasa abdominal, y las camisas me quedaban mucho mejor".